Me acerqué hasta un gran lago que había en los exteriores. Observé a mis alrededores sin ver nada ni nadie, cuando estuve segura de estar tranquila me agaché, senté mi mano en el suelo para apoyarme y me senté rápidamente sobre el suelo, mirando el paisaje que tenía a mi alrededor.
Me tapé nuevamente la boca y la nariz con el pañuelo azul.