*Sentí el abrazo repentino del profesor y me sonrojé un poco. Luego sonreí cálidamente.
-Gracias a usted, maestro Wondo. Por dedicarme la primera clase a mí, por ayudarme y por ser tan amable conmigo... ¡Hasta mañana desu~!¡Que descanse desu~!
*Salí hacia mi cuarto apresurada.