Un paseito >.<

Suspiré y me tumbé en la hierba sin moverme del lugar, al lado de Aoi. Con mis manos en mi nuca, apoyando mi cabeza.

-Bueno, y... en realidad, ¿para qué me invitaste? No creo que haya sido para un simple paseo...- Luego miré un poco hacia arriba, viendo a una nueva chica, luego miré a un lado, algo molesto.- Hola...

El recién levantado viento comenzó a moverme el pelo, aun así, no me moví del lugar, y cerré lentamente mis ojos.

-La verdad... esque me gusta mucho estar contigo, Nagisa...- Le respondí sonrojandome un poco, aunque no me importó, tan solo seguí tumbado con los ojos cerrados, sin llegar a dormime.

-No eres la primera a la que le doy miedo, así que en cierto modo, entiendo como te sientes...- Respondí intentando calmarla, mientras me levantaba y me quité la camiseta y los zapatos, quedándome tan solo con el pantalón, dando un pequeño salto y hundiendome en el lago, saliendo al rato de debajo del agua.

-Deberías entrar, Nagisa.- Dije mientras pasaba mi mano derecha pormi rostro, apartándome el pelo de la cara, dejándo mis carmesíes ojos al descubierto y mi mano izquierda, la tendía hacia donde se encontraba Aoi, esperando que entrase.

Caminé un poco en el agua rodeándola hasta quedar tras Aoi, a quien abracé por la espalda y apoyé mi cabeza en su hombro.

-Si te resfrias... yo cuidaré de tí, no te preocupes...- Le respondí dulcemente a la vez que me sonrojaba mucho, sin apartarme de Aoi, esperando ver su reacción.

Me acerqué un poco a ella, algo sonrojado, y me decidí a contarle lo que me ocurría, aún a sabiendas de que no lo aceptaría.

-Nagisa... yo... no se cómo decirtelo... bah... iré al grano... Nagisa.... te quiero...- Dije, agachando mi cabeza, totalmente sonrojado, cerrando los ojos intentando tranquilizarme a mí mismo, pues estaba muy nervioso ante la reacción que podría tener Aoi.

Puse mi mano derecha suavemente en su nuca, suspirando.

-No me esperaba.... que dijeses eso...- Dije mientras le acariciaba un poco el pelo.

-Sí... incluso yo me he sorprendido al darme cuenta... de lo que siento por tí...- Miré al cielo con un rostro tranquilo, y luego miré a Aoi y le sonreí, tomándola de la mano.- Será mejor que salgamos ya del lago si no queremos constiparnos, ¿no te parece?

Salí del lago, y oí lo que dijo Nagisa. Así que cojí mi camiseta del suelo y se la eché por encima. Sabía que no iba a servir de mucho, pero al menos le quitaría algo de frío. Luego me puse mis zapatos y le tendí la mano a Aoi para ayudarla a levantarse.

-La camiseta no será de mucho... pero te calentará un poco.