Finalmente, entré en mi supuesta habitación de esa escuela, viendola bastante reconfortable y siendo también de mi gusto.
Las paredes de la habitación estaban pintado de un amarillo vainilla muy claro, siendo el techo de color blanco con una lampara en él muy luminosa. Pude ver que el suelo era de parquet de madera de cerezo, la cual brillaba con la luz de la lampara.
También a la derecha de la habitación tenía una gran estantería llena de libros, entre los cuales se encontraba los de sus asignaturas que debía ejercer durante el curso. Al lado de la estantería también tenía un armario de madera con un barniz que lo hacía brillar mucho y teniendo grandes detalles al rededor de este, estando este mueble más cerca de la puerta.
Al la izquierda tenía una cómoda cama de muelle estando esta muy bien hecha, sin ninguna arruga en sus sabanas; dejando entonces mi maleta sobre esta y viendo seguidamente frente amí un extenso excritorio con un flexo de bastante potencia y más alante de este, una ventana; la cual abrí y subí la cortina viendo las maravillosas vistas desde ese lugar.
-Este sitio me va a gustar....-dije finalmente mientras sonreía levemente para mí mismo, saliendo seguidamente por la puerta de la habitación para esplorar el nuevo sitio donde viviré y daré clases.